
El ‘dolor’ del Entierro de la Sardina
El 26 de febrero, decenas de personas se enlutaron para acudir al entierro de la sardina. La marcha fúnebre paseó por las calles con los restos mortales de la sardina que finalmente fue pasto de las llamas.
Este acto de despedida concluyó con una sardinada obsequio del Ayuntamiento para hacer más llevadera la despedida a Don Carnal y dar la bienvenida a la Cuaresma en el miércoles de ceniza.